Cómo alquilar tu vivienda: Todo lo que necesitas saber
Si dispones de una vivienda a la que no das uso continuado y quieres sacarle un beneficio sin complicaciones, sin duda, el alquiler de temporada es la mejor opción a tu disposición si no estás dispuesto a realizar un alquiler de larga duración, como suele ser habitual, pero que conlleva una serie de inconvenientes a los que no todos los propietarios están dispuestos a exponerse.
Los propietarios, en muchas ocasiones encuentran dificultades para alquilar su vivienda ya que el marco legal actual genera muchas incertidumbres al respecto de la seguridad en los pagos y de la integridad de la vivienda por parte de los inquilinos, que pueden llegar a ocasionar desperfectos en la misma, así como incurrir en impagos de la cuota de alquiler, lo que puede llegar a dejar en indefensión al arrendador de la vivienda.
Como propietario, quizás tengas algunas dudas al respecto de los tipos de alquileres existentes y cómo funcionan o qué aspectos legales debes tener en cuenta para poder alquilar tu vivienda cumpliendo la ley y con las máximas garantías, algo completamente normal si estás ofreciendo tu inmueble por primera vez.
No te preocupes, en este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el proceso, los requisitos y los puntos más importantes que debes tener en cuenta si quieres sacarle el máximo partido a tu vivienda con el alquiler temporal.
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¿Cómo alquilar mi piso?
Lo primero, y más importante, es definir el tipo de alquiler que quieres ofrecer para tu vivienda o inmueble, ya que, de esta manera, dispondrás de una buena base para comprender el tipo de inquilino al que va orientado el servicio.
Una de las modalidades que más auge está teniendo en estos momentos son los alquileres de tipo temporal (pero que no son de tipo vacacional, como suele ser lo habitual) principalmente a trabajadores o viajeros de negocios, por lo que el perfil de inquilino es de tipo profesional y de corta duración.
Esto proporciona una gran tranquilidad a los propietarios que deciden optar por esta modalidad de alquiler, ya que el riesgo de impagos se reduce al mínimo, siendo también un punto importante la baja probabilidad de sufrir desperfectos en la vivienda dada la corta duración de los mismos.
El proceso para poner tu vivienda en alquiler es muy sencillo, simplemente ponte en contacto con nosotros y nos encargaremos de dar los primeros pasos para poner tu vivienda en nuestra plataforma. Recabaremos la información esencial para que los inquilinos y empresas puedan valorar si la vivienda reúne los requisitos mínimos para poder incluirla en nuestros listados y que empresas y trabajadores empiecen a interesarse por ella.
Tampoco deberás preocuparte por tener que recibir visitas, nos encargaremos de realizar las fotografías necesarias para que las potenciales empresas e inquilinos puedan apreciar, a través de las mismas, si la vivienda se ajusta a sus necesidades. De este modo, contarás con total tranquilidad al no tener que estar pendiente para enseñar la vivienda ni entregar las llaves para recibir extraños.
Como propietario, es una de las formas más cómodas de ofrecer tu vivienda en alquiler sin preocupaciones y podrás obtener un beneficio constante con los mínimos riesgos y sin comprometer el uso de la misma durante largos períodos de tiempo.
Opciones de alquiler
Como ya hemos comentado, el alquiler a corto y medio plazo es una de las opciones ideales para aquellos propietarios que quieren obtener beneficios ofreciendo viviendas para trabajadores desplazados geográficamente o profesionales que están constantemente cambiando de vivienda.
No obstante, vamos a hablar un poco de las diferentes opciones de alquiler que existen en la actualidad, para que puedas valorar las ventajas del alquiler temporal a trabajadores y empresas.
Alquiler de vivienda habitual y permanente
Se trata de la opción de alquiler más extendida y a la que la mayoría de las personas hacen referencia cuando se habla de alquileres.
En esta opción, la duración de los contratos, aunque puede ser pactada por ambas partes, si ésta es inferior a 5 años, una vez vencido el plazo, se podrá prorrogar hasta los 5 años de forma anual si el inquilino así lo desea.
Se trata de contratos de larga duración, en los que el inquilino pasará largos periodos de tiempo disfrutando de la vivienda y, aunque pueda parecer lo contrario, son los que más problemas pueden llegar a acarrear a los propietarios.
Impagos, desperfectos, incumplimiento del contrato… suelen ser puntos que se dan con frecuencia en contratos de larga duración y, debido a la normativa vigente, tienen difícil solución en cortos periodos de tiempo, quedando la vivienda bloqueada hasta que el conflicto se resuelva.
También ofrecen menos flexibilidad, dado que en el momento que firmemos el contrato, cualquier cambio sobre el mismo debe ser debidamente justificado, por lo que tendrías la vivienda inmovilizada si tus planes a corto plazo cambian.
Alquiler vacacional
Otra de las modalidades muy extendida, sobre todo en ubicaciones que son habitualmente destinos populares para ir en período vacacional.
Esa opción de contrato está enfocada principalmente en estancias muy cortas de tiempo, que pueden llegar a ser días o semanas, dado que es una opción alternativa a acudir a alojamientos como hoteles.
Aunque este tipo de alquiler ofrece mucha flexibilidad dado que se extienden muy poco en el tiempo, tiene el inconveniente de tratarse de opciones realmente válidas para aquellos propietarios que cuenten con una vivienda en un destino atractivo al turismo y puedes verte expuesto a inquilinos poco deseables.
Alquiler por meses o temporadas
A nuestro parecer, la mejor opción de todas, aunque, por sorprendente que parezca, se trata de una de las menos extendidas en la actualidad.
Este tipo de alquiler reúne todas las ventajas y flexibilidad del alquiler vacacional con la seguridad de ser un contrato mucho más extenso sin llegar al nivel del alquiler de vivienda habitual, por lo que contarás con una fuente de ingresos estable pero que no dejará inmovilizada la vivienda durante largos periodos de tiempo.
Con la llegada de la pandemia y la normalización del teletrabajo, el alquiler por meses o por temporadas, es una opción que cada vez está más en tendencia, ya que profesionales y empresas de todo el mundo apuestan por la deslocalización, otorgando mucha libertad a sus trabajadores para poder desarrollar su actividad en cualquier parte del mundo, por lo que la demanda de este tipo de viviendas temporales está cada vez más solicitada.
Requisitos para poder alquilar
Para poder alquilar tu vivienda, ésta debe cumplir con una serie de requisitos mínimos para hacer viable la estancia de los arrendatarios en el período estipulado.
No te preocupes, no son requisitos inalcanzables, están establecidos para garantizar tanto la correcta estancia del inquilino, como para aportarte seguridad a ti como propietario, de forma que el proceso se desarrolle sin inconvenientes ni percances.
Los requisitos que la vivienda debe cumplir son los siguientes:
- Debe estar lista para entrar a vivir
- Debe contar con todos los permisos (cédula de habitabilidad, suministros, etc…)
- Debe contar con equipamiento mínimo:
- Televisión
- Lavadora
- Nevera
- Menaje básico
- Ropa de cama y toallas
- Acceso a internet y WiFi
Como puedes comprobar, se trata de requisitos perfectamente asumibles y que se suelen solicitar en cualquier contrato de alquiler para vivienda habitual, por lo que, si ya te estabas planteando ponerla en un alquiler tradicional, no habrá ningún tipo de impedimento para realizar un alquiler de tipo temporal.
Al margen de estos requisitos que debe cumplir la vivienda en sí, durante el proceso se solicitarán otros documentos y datos necesarios para formalizar el contrato, como podría ser la cédula de habitabilidad del inmueble, los datos catastrales o certificados de eficiencia energética, pero es documentación muy fácil de conseguir y que la mayoría de propietarios ya tienen en su poder.
Aspectos legales del alquiler en España
Los aspectos legales del alquiler de viviendas en España se rigen por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que en su artículo 3 especifica:
“Tendrán consideración (arrendamientos distintos a uso de vivienda) los arrendamientos de fincas urbanas celebrados por temporada, sea en verano o cualquier otra”
Por tanto, este punto específico de la LAU es el que dictamina las directrices que debemos tener en cuenta a nivel legal para este tipo de contratos. No deben confundirse con los alquileres turísticos o vacacionales, ya que la modificación del 4 de junio de 2013 introdujo en la LAU la flexibilización de este tipo de contratos, diferenciándolos de la siguiente forma:
“Quedan excluidos del ámbito de aplicación:
La cesión temporal de uso de la totalidad de una vivienda amueblada y equipada en condiciones de uso inmediato, comercializada o promocionada en canales de oferta turística y realizada con finalidad lucrativa, cuando esté sometida a un régimen específico, derivado de su normativa sectorial”.
A nivel legal los contratos por temporada se rigen principalmente por lo que estipulan el propietario y el inquilino en el contrato, al contar con el asesoramiento de Globexs, no deberás preocuparte en absoluto por este punto, ya que te asesoraremos en todo momento.
La ley estipula que la fianza legal que debe abonarse por parte del inquilino es de dos meses, que es un dato que muchos inquilinos y propietarios desconocen totalmente, ya que los contratos por vivienda habitual se rigen por un criterio distinto, por el cual sólo se obliga a depositar un mes de fianza.
Esta fianza está destinada a cubrir posibles desperfectos e incidencias provocadas por un mal uso por parte del inquilino, y va destinada a abonar las posibles reparaciones que deban efectuarse una vez finalizado el contrato.
Aunque pueda parecer una ley complicada, en realidad se trata de un proceso bastante sencillo y en el cual no debería haber complicaciones más allá de cumplir con los plazos i pagos establecidos por el marco legal vigente, no obstante, contar con la ayuda de profesionales en la materia siempre es importante.
Recomendaciones a la hora de alquilar un inmueble
Como puedes ver, la opción de alquilar tu vivienda por temporada es muy atractiva y te permite mantener el control y la flexibilidad del uso al que irá destinada en todo momento, permitiendo obtener un rédito económico importante sin tener que inmovilizarla durante largos periodos de tiempo.
Además, el perfil de inquilino proporciona una seguridad a los propietarios que no puede lograrse con otro tipo de contratos de alquiler, ya que la corta duración de los mismos y el perfil de alto valor del inquilino hacen muy poco probable que te encuentres con una situación de impagos o desperfectos.
No obstante, el control de a quién se alquila tu vivienda siempre lo tendrás tú, ya que, pese a que una persona o empresa esté interesada en alquilar, puedes, en todo momento, rechazar la oferta si no la consideras oportuna o viable, de modo que podrás tomar decisiones en cualquier momento.
Una de las formas de darle más visibilidad a tu vivienda es publicarla en distintos portales destinados al alquiler, ya que así aumentarás el abanico de posibilidades de encontrar inquilinos de este perfil, eso sí, ten en cuenta revisar muy bien si existen cláusulas de exclusividad o costes asociados no reflejados.
Como ves, hay muchas opciones para sacarle rentabilidad a tu vivienda con diferentes modalidades y tipos de contrato. Es tu decisión qué tipo de perfil de inquilino estás buscando y que valores a corto y medio plazo si necesitarás la vivienda para otros fines o bien puedes optar por un alquiler de larga duración
Nuestra recomendación es que pruebes el sistema que Globexs pone a tu disposición, y visites nuestra web para que puedas ver de primera mano la calidad de nuestra oferta y, sobre todo, las opiniones positivas que todos nuestros clientes dejan en la red, siendo éste el mejor aval para garantizarte un servicio de primera calidad.
Esperamos que pronto puedas beneficiarte de todas las ventajas que el alquiler de temporada te ofrece y que deposites tu confianza en nosotros, estamos convencidos que será el inicio de una larga y próspera relación.
